El buque de investigación oceanográfica Miguel Oliver, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ha salido al mar para iniciar el estudio de la pesca de arrastre en el caladero del Cantábrico Noroeste, desde el litoral hasta una profundidad de 500 metros, y diseñar estrategias de reducción de descartes y especies no deseadas, selectividad y supervivencia en la pesca de arrastre en esa pesquería, una de las más afectada por las medidas de descarte.
Comienza así la campaña “Descarsel 2017", que va a llevar a cabo un análisis de la selectividad pesquera: parámetros y curvas de selección para las especies objetivo, estudio de la supervivencia de especies descartadas y estudio de comportamiento de especies pesqueras.
También se procederá al muestreo de tallas, obtención de relaciones talla-peso y la caracterización automática de especies descartadas, usando nuevas tecnologías, como iObserver y RedBox para el estudio de los tipos de descarte, así como la identificación de problemas relacionados con su gestión.
Con esta investigación, cuyo objetivo es dar un adecuado cumplimiento a la obligatoriedad de desembarque que establece la Política Pesquera Común en los próximos años, se espera obtener información técnica de selectividad, usando diferentes configuraciones de red y estrategias de pesca en determinadas zonas del caladero nacional Cantábrico-Noroeste.
La monitorización y el control de las operaciones de pesca con los sistemas de sensores del buque oceanográfico permitirán obtener información completa y trabajar en condiciones controladas y más adecuadas a los objetivos que en un barco comercial.